Como cada viernes en nuestra cita culinaria, hoy os proponemos una receta casera muy especial, porque no hay nada mejor que la pasta de mi padre. Al César lo que es del César
Tradición de muchos domingos disputada a medias con el asado, a mis primos les gustaba ver los artilugios que inventaba mi padre con un palo de escoba para secar los "fideos".
Nos enseñó a todos a comerlos enrollándolos en el tenedor y a que la pasta ¡nunca, pero nunca! debe cortarse con el cuchillo.
Ahora nos deja su receta, me gusta pensar que es uno de esos legados familiares que pasará de generación en generación, aunque gracias a este mundo 2.0 - y puesto que sus hijas son bloggers - no será un secreto y lo compartiremos con todos vosotros.
Vamos pues a la receta (que mi padre me ha enviado por correo electrónico en un archivo adjunto; de él he heredado entre otras cosas su meticulosidad)
TAGLIATELLE pomodoro aglio e basilico
(tallarines anchos al huevo con salsa
de tomates, ajo y albahaca)
Ingredientes para los tallarines:
- Harina
- Huevos
- Sal
Se calculará un huevo (de tamaño
mediano) por cada comensal.
Salar: para 4 huevos, 1
cucharadita de sal.
Luego agregar harina poco a poco, e ir
mezclándola con los huevos, ayudándose con una cuchara de madera
de tamaño adecuado.
ATENCIÓN: no agregar agua, nunca (Se
malograría toda la operación). Seguir agregando harina y seguir
revolviendo hasta que la mezcla adquiera una consistencia tal en que
ya no se adhiera a la parte interna del bol.
Si os hace falta, buscaros un buen ayudante que este siempre dispuesto. Nuestro pinche de cocina es excepcional!
Éste es el momento
de volcar la masa sobre la mesa (preferentemente sobre madera) y
seguir trabajándola (amasándola) con las manos, agregando harina
cuando sea necesario para evitar que se pegue a la mesa o las manos.
Habrá que usar ahora una amasadora y cortadora de pasta (de ésas para uso hogareño). Cuando la masa haya obtenido una consistencia lisa y compacta, cortar trozos pequeños para que puedan ser pasados por la amasadora e ir paulatinamente reduciendo su espesor hasta aproximadamente 1 mm. A continuación cortar la pasta, usando la cortadora, en tallarines de aproximadamente 5 mm. de anchura. La longitud ideal es entre 30 y 40 cm. Poner los tallarines sobre papel, espolvoreándolos con harina, para evitar que se peguen, procurando evitar de amontonarlos unos sobre otros.
Habrá que usar ahora una amasadora y cortadora de pasta (de ésas para uso hogareño). Cuando la masa haya obtenido una consistencia lisa y compacta, cortar trozos pequeños para que puedan ser pasados por la amasadora e ir paulatinamente reduciendo su espesor hasta aproximadamente 1 mm. A continuación cortar la pasta, usando la cortadora, en tallarines de aproximadamente 5 mm. de anchura. La longitud ideal es entre 30 y 40 cm. Poner los tallarines sobre papel, espolvoreándolos con harina, para evitar que se peguen, procurando evitar de amontonarlos unos sobre otros.
Cocción:
Uno de los secretos para que la pasta
no se pegue, es que se deben cocinar en agua abundante: un litro por
cada 100 g. de pasta. Si se han utilizado 4 huevos, aproximadamente
5 litros de agua.
Llevar el agua a hervor. Salar (para
la cantidad arriba indicada, entre 1 y 1 ½ cucharadas de sal
gruesa). Echar la pasta. Haciendo esto el agua dejará de hervir:
a partir del momento en que vuelva a hacerlo, contar 5 minutos y ya
estará lista para colar y servir.
SALSA
Ingredientes:
Para 4 personas (2 raciones para c/u)
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- ½ cebolla, bien picada.
- 350 g de pulpa de tomate
- 1 diente de ajo, cortado en 4 pedazos
- sal y pimienta
- un puñado de hojas de albahaca
picadas
- ½ pastilla de caldo (no vegetal)
- ½ cucharadita (de las de café) de
bicarbonato de sodio
- ½ vaso de buen vino tinto.
Preparación:
Calentar el aceite a fuego medio en una
sartén mediana. Agregar la cebolla y sofreír a fuego lento durante
5 minutos. Agregar los tomates, el caldo, el bicarbonato de sodio y
el ajo. Llevar a ebullición, añadir el vino y dejar cocer a fuego
medio-bajo durante 25-30 minutos, hasta que el aceite se separe del
tomate. Agregar a gusto sal y pimienta. La albahaca se vierte en
cada plato, junto con la salsa.
Para disfrutar plenamente de este
plato, no olvidar condimentar, a gusto de cada comensal, con buen
queso rallado (parmesano o grana-padano).
¿Y vosotros? ¿También tenéis recetas familiares? Si os ha gustado podéis ver una receta original de mi madre: arrollado de pollo
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¡Qué aproveche y buen finde!
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