Hoy prepararemos otra riquísima mermelada casera, esta vez de tomate. Además sustituiremos el azúcar que tradicionalmente lleva esta receta por miel.
¿Quieres saber cómo? No te pierdas este post.
Desde que mi hermana preparó la mermelada de manzanas y ciruela, la verdad es que las dos nos hemos aficionado a las mermeladas caseras. Esta vez os tremos una receta de mermelada de tomate con miel como ingrediente especial. Vamos a ello.
Como preparar mermelada casera de tomate
Preparación
Lo primero que haremos será pelar los tomates, os hemos explicado como hacerlo en nuestra receta de salmorejo. Una vez pelados los cortamos en mitades, quitamos las semillas, y los dejamos escurrir en un colador.
Luego de un rato cortamos el tomate en dados pequeñitos y ponemos a macerar junto a la miel y el zumo de limón, por lo menos durante dos horas, pero si se puede mejor dejarlo toda la noche.
Veremos que los tomates largaran un poco de agua, pero poco a poco se irá evaporando durante la cocción.
Ponemos la preparación en una olla y cocinamos a fuego fuerte hasta que rompa hervor, desde aquí contamos 5 minutos y luego bajamos el fuego, y dejamos cocinar durante 30-35 minutos más revolviendo de vez en cuando para que no se pegue.
El tiempo total de la cocción dependerá un poco del agua que suelten los tomates, en mi caso fueron 35 minutos, pero si tenéis dudas el punto exacto es cuando se haya evaporado el agua, tener en cuenta que esta mermelada solidifica un poco una vez se enfría.
Una vez lista, envasamos nuestra mermelada tibia. La semana pasada os explicamos la forma correcta de hacerlo, esterilizado de los frascos y envasado al vacío. Si te lo has perdido puedes volver a verlo aquí. Recordad que también tenéis allí el packaging para mermeladas caseras que preparamos, y podeís descargarlo gratis.
Luego de un rato cortamos el tomate en dados pequeñitos y ponemos a macerar junto a la miel y el zumo de limón, por lo menos durante dos horas, pero si se puede mejor dejarlo toda la noche.
Veremos que los tomates largaran un poco de agua, pero poco a poco se irá evaporando durante la cocción.
Ponemos la preparación en una olla y cocinamos a fuego fuerte hasta que rompa hervor, desde aquí contamos 5 minutos y luego bajamos el fuego, y dejamos cocinar durante 30-35 minutos más revolviendo de vez en cuando para que no se pegue.
El tiempo total de la cocción dependerá un poco del agua que suelten los tomates, en mi caso fueron 35 minutos, pero si tenéis dudas el punto exacto es cuando se haya evaporado el agua, tener en cuenta que esta mermelada solidifica un poco una vez se enfría.
Una vez lista, envasamos nuestra mermelada tibia. La semana pasada os explicamos la forma correcta de hacerlo, esterilizado de los frascos y envasado al vacío. Si te lo has perdido puedes volver a verlo aquí. Recordad que también tenéis allí el packaging para mermeladas caseras que preparamos, y podeís descargarlo gratis.
Como calcular la proporción de azúcar en la mermelada de tomate
Para calcular la cantidad correcta de azúcar al preparar la mermelada de tomate, tenemos que pesar el tomate, una vez lo hayamos pelado, escurrido y quitado las semillas. Suele ser la mitad del peso original, es decir con un kilo de tomates solemos obtener 1/2 kilo de pulpa. La cantidad de azúcar correcta es la mitad de este peso. Por ejemplo si tenemos 500 gr de pulpa de tomate tendremos que utilizar 250 gr de azúcar. Os recomiendo utilizar una mezcla de azúcar normal y azúcar moreno.
Pero en esta ocasión hemos sustituído el azúcar por miel. Vamos a ver pues, que sucede en este caso.
Para calcular la cantidad correcta de azúcar al preparar la mermelada de tomate, tenemos que pesar el tomate, una vez lo hayamos pelado, escurrido y quitado las semillas. Suele ser la mitad del peso original, es decir con un kilo de tomates solemos obtener 1/2 kilo de pulpa. La cantidad de azúcar correcta es la mitad de este peso. Por ejemplo si tenemos 500 gr de pulpa de tomate tendremos que utilizar 250 gr de azúcar. Os recomiendo utilizar una mezcla de azúcar normal y azúcar moreno.
Pero en esta ocasión hemos sustituído el azúcar por miel. Vamos a ver pues, que sucede en este caso.
Miel en la mermelada
La miel es un buen conservante y en la
actualidad se suele utilizar para conservar platos cocinados.
En la elaboración de mermeladas
podemos sustituir la el azúcar por miel, y para ellos no hay reglas
fijas. Pero lo recomendable es sustituir la cantidad de azúcar por
3/4 partes de miel, por ejemplo 250 gramos de azúcar se sustituyen
por 200 gramos de miel, sin cambiar otras proporciones de líquidos.
La densidad, humedad, sabor y acidez
que da uno u otro ingrediente también son diferentes. La miel es más
densa que el azúcar y absorbe algo de agua, también tiene un sabor
característico, pero no suele entrar en conflicto con los sabores de
la fruta. La miel también agrega un poco de acidez a la receta, si
se desea se puede neutralizar añadiendo un poquito de bicarbonato.
¿Que os ha parecido?
Ya no tenéis excusas para preparar vuestras propias mermeladas caseras como regalo estas navidades.
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¡Qué aproveche y buen finde!
¡Qué rica! Tengo que preparala. Me lo apunto!
ResponderEliminarGracias Joana, si la preparás ya nos contarás que tal, aquí se nos está terminando...está tan buena!
Eliminar¡Menuda combinación! Sin duda, la mermelada por su cuenta es deliciosa, pero si la acompañas con miel será perfecta. Este tipo de recetas nos encantan. Además, creemos que es un dulce precioso también para regalar.
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