El salmorejo es una crema espesa a base
de tomate, que se toma fría, proveniente de Córdoba (Andalucía).
Se prepara machacando o triturando los ingredientes con paciencia. Hoy vamos a preparar la receta tradicional
Aunque hay variantes de esta receta que añaden algunos ingredientes
extra, la tradicional, que es la que haremos hoy, sólo lleva
cuatro: tomates, aceite de oliva virgen extra, pan de telera y sal. A
estos cuatro ingredientes base se suele agregar un diente de ajo
(aunque depende de los gustos).
Veréis que el salmorejo se parece
bastante al gazpacho, pero hay diferencias.
El salmorejo es mucho más denso porque
se utiliza mucho pan en su preparación. Además, mientras en éste
las únicas verduras que se utilizan en su preparación son el tomate
y el ajo, en la elaboración del gazpacho se utilizan otras como el
pepino, pimiento y cebolla.
Vamos a la preparación.
Ingredientes ( 4-6 personas)
1 kg de tomates
200 g de pan de telera (este es un pan
típico Cordobés, puede servir un pan con miga compacta y corteza
blanca)
1 vaso de aceite de oliva virgen extra
1 diente de ajo
1cucharadita de sal
Cómo preparar salmorejo (receta
tradicional)
Primero vamos a lavar los tomates,
retiramos lo verde y haremos un corte en cruz en la base, no muy
profundo, sólo hace falta cortar la piel.
Calentaremos agua suficiente para
cubrir nuestros tomates. Cuando el agua hierva sumergiremos los
tomates en ella durante 2 minutos aproximadamente. Mientras tanto
prepararemos un recipiente con agua fría y hielo, pasados los dos
minutos vamos a sumergir los tomates en el agua fría. EL cambio
repentino de temperatura hará que la piel del tomate se arrugue y se
separe, y esto nos facilitará el trabajo de pelarlos. Cortaremos los
tomates y trituraremos. Luego pasaremos el puré por un colador fino
o un chino, para quitarle las pepitas, que harían que nuestro
salmorejo quedase amargo.
Tenemos que elegir tomates bien rojos
(maduros) y algo tiernos (pero que no estén pasados). La elección
de los ingredientes es muy importante en esta receta. Harán la
diferencia entre un salmorejo corriente y uno exquisito.
Cortaremos el pan y lo colocaremos en
un bol, y lo cubriremos con el puré de tomate, dejándolo durante 10
minutos aproximadamente. Pasado este tiempo incorporamos el diente de
ajo y trituramos todos los ingredientes hasta obtener una crema
espesa.
Ahora llega el momento de incorporar el
aceite, la variedad que utilicemos también es importante, tiene que
ser un aceite de oliva virgen extra que no tenga un sabor demasiado
marcado. Puedes hacer esta prueba: coge una cuchara pequeña de
aceite y dale un sorbo pequeño. Si notas un regusto amargo en la
garganta este aceite no es el adecuado, puedes utilizarlo para
cocinar, pero esta receta necesita uno más suave que no eclipse el
resto de sabores. Luego de incorporar el aceite volvemos a batir bien
hasta que emulsione, tiene que quedar una textura uniforme y de color
anaranjado.
Se suele decorar con huevo duro picado
o virutas de jamón. Yo he utilizado unos trocitos de jamón.
Servirlo bien fresquito y tenéis el
éxito asegurado.
¿Os ha gustado esta receta fácil?
Espero que sí.
Feliz fin de semana!
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Es importante emplear un buen aceite para la elaboración de un buen salmorejo. Este ingrediente es esencial que sea de calidad ya que cambiará mucho el sabor del plato. Si te gusta la cocina o conoce de alguien que le encante, regalar la mejora materia prima le parecerá un detalle muy grande y será incapaz de ocultar una sonrisa.
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