Rhoda Williams (Brit Marling, magnífica) es una prometedora estudiante que acaba de ser admitida al MIT (Massachusetts Institute of Technology).
Una noche, mientras conduce de regreso a casa después de una fiesta, en el cielo se hace visible un nuevo planeta, "gemelo" de la Tierra. Rhoda se distrae escuchando la noticia por radio y mirando el nuevo planeta por la ventanilla del coche, provocando un accidente en el que mueren el hijo y la mujer embarazada de John Burroughs (William Mapother, perfecto), un famoso compositor. La chica pasa 4 años en la cárcel y cuando saldrá su principal preocupación será expiar su culpa ayudando a Burroughs, que después del accidente ha caído en una profunda depresión y vive como un hermitaño. Mientras tanto la otra Tierra se hace cada vez más grande y visible.
En cada crítica o resumen sobre "Otra Tierra" que encontraréis, la película viene catalogada bajo el género "ciencia ficción"; es más o menos como decir que "La guerra de las galaxias" es una comedia romántica porque Han Solo y la princesa Leia se miran con ojitos tiernos. La "Tierra 2" es más que nada una metáfora, la representación de la esperanza en una segunda oportunidad, una pregunta sin respuesta sobre el significado y la entidad del Destino.
"Otra Tierra" habla de dolor, de vacío, de culpa y de redención, y lo hace con el lenguaje "clásico" del cine de autor (Mike Cahill, esta es su segunda película): encuadres "sucios", escenas rodadas con cámara al hombro y mucho zoom, mucha luz natural. Pocos diálogos, pero escenas cargadas de contenido, gracias sobretodo al soberbio trabajo de Brit Marling, expresiva en la inexpresión.
Con un final que a muchos a parecido discutible, y sin embargo yo creo que es el único posible, "Otra Tierra" es una película para ver: movilizadora, inquietante, poética, de esas que dejan huella.
No hay comentarios :
Publicar un comentario