Tengo una imaginación desbocada. Y poca concentración. Así, un domingo por la tarde mientras miraba un aburridísimo documental sobre la vida de no sé cual animal muy poco interesante, mi cerebro emprendió el vuelo. Y llegué a la conclusión de que a esa llama de la tele le faltaba sólo una peluca roja para ser igual a mi tía Nely. Y el cóndor tenía la misma papada y esos ojitos entre pérfidos y estúpidos del tío Norberto. De ahí en más, ya sumergida en un delirio que dí en llamar “morfologia animal del pariente medio”, fuí encontrando todas las correspondencias familiaroallegado-animal, y creando el retrato correspondiente, con agregado de peluca caracterizadora.
El resultado fue esta increíble y realística –lo juro- galería de retratos de familia animal-estilosa.
La tía Nely salió muy favorecida.
P.D: Aquí puedes ver el resto de los retratos
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